jueves, 28 de marzo de 2013

BRUNCH EN EL MANDARIN ORIENTAL

BRUNCH EN EL MANDARIN ORIENTAL

Paseo de Gracia, 38-40. Barcelona

Hacer un brunch se está convirtiendo en unas de mis nuevas aficiones. Uno de los motivos es sin duda el horario. ¿A quién queremos engañar? Me cuesta salir pronto de casa un domingo. Otro de los motivos es poder conocer las nuevas propuestas de algunos restaurantes y en este caso de algunos hoteles.

Ya conocía el restaurante Blanc del Hotel Mandarin Oriental, así que me sedujo la idea de ir el domingo a hacer un brunch. El restaurante es relajante, la decoración corre a cargo de Patricia UrquiolaObviamente el color predominante es el blanco pero el otro gran protagonista es la luz mediterránea. Los diferentes sofás aportan heterogeneidad al restaurante y un encanto muy especial y las diferentes mesas y sillones hacen que el conjunto resulte muy acogedor. El servicio sin duda ayuda a sentirte a gusto y sus recomendaciones son de fiar 100% (nos aconsejaron unos berberechos y volaron antes de que pudiera sacar la cámara: estaban deliciosos).






Al final del salón se encuentra el bufé con productos salados se encuentra al fondo del restaruante: ensaladas, cuscús, ahumados, embutidos, quesos, comida asiática, bacon, etc.




También puedes pedir a la carta. Nosotros probamos los huevos benedict con salmón...muy buenos.




Los arroces merecen una mención a parte: con bogavante, con verduras, mar y montaña...







Los mejillones al vapor con jengibre.




Después está el bufé de dulces. Ummmmmm. Tarta de manzana, de chocolate, muffins, bollería, panes de diferentes tipos, macedonia, fruta fresca, frutas del bosque.









Y también había dulces en la carta: crepes con nutella, dulce de leche, sirope de arce y los panqueques (pancakes) también se podían pedir con estos acompañamientos. ¡Qué buena pinta!




¡Ahh! y los cafés que también van incluidos en el precio. 



La verdad que todo es muy recomendable: el servicio, la comida, el lugar. Sin duda un lugar al que volver, ya sea para hacer el brunch otra vez o la merienda que tiene una pintaza increíble.